Cassette / 2017
Lado A
Hola y felicidades. ¿Recuerdas que me gustaba burlarme de tu cumple porque es el mismo día en que mataron a John Lennon y Dimebag Darrell? Ya sé que no eres fan del rock y te da lo mismo. Solía decir “nadie se acuerda de ti porque están recordando a los Beatles y Pantera”. Claro, eso era un estupidez de adolescente y una forma idiota de intentar demostrar una supuesta superioridad musical sobre tus gustos. Porque yo no tuviera el mismo conocimiento del rap como tú, ni tuve mi época de reguetonero o de escuchar corridos y banda. No nada de eso. Pero ahora que te escribo desde el otro lado. Te lo digo hermano. En el fondo, siempre me gustaron tus sampleos, el flow y tirar barrio a tu lado.
1.
Aquí va la primera. Un viejo conocido más dos que no conocías. Para serte franco, yo tampoco he escuchado mucho a KAYTRANADA. A los otros sí. Tocan jazz y a veces se juntan con otros raperos. Tienen covers de canciones y le entran a cualquier cosa que pueda tocarse con una batería, un piano y el bajo. En esta, incorporaron a un saxofonista. ¿Y de Doggy? Qué te puedo decir. Tú sabes más que yo. Todos esos DVDs con sus mejores videos. Las canciones con Dr. Dree (Still D.R.E., nuestro himno de batalla) y otras excentricidades. Aquí suena a todo lo que te gustaba de él y el plus. Realmente no sé por donde andes ahora. Yo tampoco sé. Pero aquí fue cuando nuestros mundos volvieron a mezclarse.
Perdón si me pongo melancólico y comienzo a inventar cosas que no pasaron. Es que el año ya está agonizando me da por recordar lo qué hicimos, qué nos pasó, en cuántas fotos aparecemos y todas esas recopilaciones de lo sucedido a lo largo de los meses. Mira. Te he enviado el link al final de la carta. Tómalo como quieras, igual y cuando tengas Internet lo revisas. Como cada año, me puse a trabajar demás. Recopilé datos de todo el mundo para que nuestros suscriptores supieran qué, cuánto y cómo escucharon música durante 2017. Vaya, el algoritmo nos funciona tan bien que hasta podemos adivinar qué edad tienes según tus gustos. También calculamos la edad promedio del género que más escuchaste. Con todos esos datos, no es difícil imaginarse los sentimientos que provocan en cada toda la gente. Imagínate. Ya podemos conocer qué artista escuchamos más. Las canciones que decimos “nel, yo no escuché tanto a ese wey” (aunque en el fondo, sepas que sí es cierto) y hasta los tracks que provocan confesiones. Basados en todo eso, creamos una imagen que lo resume todo. A mí me calculo unos 25 años. ¿Y qué crees?Aunque no lo creas, yo sigo escuchando tus canciones.
2.
Igual y te gusta. La empecé a escuchar por culpa de una película, que estoy seguro, te va aburrir la mayoría del tiempo. Se trata de una morrita se escapa de su vida culera para irse a vender revistas en una camioneta mientras escucha mucho rap, fuma marihuana y se enamora del cabrón que la invitó a escaparse. La canción en sí, no habla de gran cosa. Pero suena a lo que te gusta. Criminal. Además, Kevin Gates siempre se mete en pedos y hasta a la cárcel ha ido. En eso te va a caer bien. Igual y te suena a G-Unit, ¿recuerdas Wanksta? Cuando vimos 8 Mile nos voló la cabeza la música. Te compraste el disco y me lo pasaste. Mi favorita es la de Jay-Z y The Rap Game porque ahí, participan todos. Como esa vez que nos reunimos para el duelo contra los de la 28. Con esta canción, el paso del robot nos hubiera salido mejor.
Perdón si me pongo melancólico y comienzo a inventar cosas que no pasaron. Es que el año ya está agonizando me da por recordar lo qué hicimos, qué nos pasó, en cuántas fotos aparecemos y todas esas recopilaciones de lo sucedido a lo largo de los meses. Mira. Te he enviado el link al final de la carta. Tómalo como quieras, igual y cuando tengas Internet lo revisas. Como cada año, me puse a trabajar demás. Recopilé datos de todo el mundo para que nuestros suscriptores supieran qué, cuánto y cómo escucharon música durante 2017. Vaya, el algoritmo nos funciona tan bien que hasta podemos adivinar qué edad tienes según tus gustos. También calculamos la edad promedio del género que más escuchaste. Con todos esos datos, no es difícil imaginarse los sentimientos que provocan en cada toda la gente. Imagínate. Ya podemos conocer qué artista escuchamos más. Las canciones que decimos “nel, yo no escuché tanto a ese wey” (aunque en el fondo, sepas que sí es cierto) y hasta los tracks que provocan confesiones. Basados en todo eso, creamos una imagen que lo resume todo. A mí me calculo unos 25 años. ¿Y qué crees? Aunque no lo creas, sigo escuchando tus canciones.
3.
Ear Drummers al revés. Son dos hermanos que empezaron como boy band. Swae Lee, el menor, aprendió a producir y escribir las canciones mientras su papá los abandonaba. Su hermano mayor se llama Slim Jxmmi y hace las coreografías. En esta canción se comparan con los Beatles. Esos weyes a los que les decíamos “pelo de Chabelo”. Escúchala, el beat principal está poca madre y canta Gucci Mane. La primera vez que la escuché estaba con unos amigos. Me acababan de despedir, ya vez, que no te cuento todo. Fuimos a un bar pero estaba solo. El dueño nos dejó poner música y uno de ellos eligió esta. Entonces me di cuenta de lo que me estuve perdiendo. No bailé pero ellos sí. Pasó como tú con tus pasos inventados Holidae In. Si me hubieras invitado, mi mamá nos habría hecho paro con el vestuario.
Cuando tenías unos diez años, y yo andaba en los once, nos regalaron una grabadora para compartirla. Ya reproducía discos y cassettes. Venía con un control remoto que descompusiste a los pocos días porque le cayó refresco. En ese año mi papá compraba muchos CDs de “lo mejor de”. Aparte de grabar él mismo sus propios cassettes. ¿Y a qué viene esto? Nada, que fue cuando empezamos a tener nuestra propia música. Un domingo salimos a pasear e hicimos escala en el centro. Aún había puestos de fayuca en las banquetas de los portales. En uno de esos, mi papá compraba discos y cassettes pirateados. Nos dijo que escogiéramos uno para cada quien. Como yo acababa de entrar a la secundaria, me fui sobre el rock. Elegí una recopilación llamada Universal Stereo con canciones de Queen (porque mi mamá me había dicho que esos le gustaban y “cantaban bonito”) Outfield, Yes, Kiss, R.E.M., Al Courney, Nina (la de los 99 globos rojos) y otros éxitos ochenteros. Tú en cambio tardaste más. Acabaste escogiendo un cassette que contaba entre su selección con Eminem, Dr. Dree, Snoop Dogg, Ice Cube, Jay-Z y otros raperos de los 90s y los . Nos fuimos a casa y nos estuvimos peleando un rato para usar la grabadora. Al final, gané pero nunca me sentí a gusto.
4.
Ya sé que casi no te gusta Kanye. O sí. Ya no recuerdo. Yo lo empecé a escuchar otra vez desde su último disco. Está chido, pero si te gustaba el primer Kanye, no te recomiendo que lo retomes así. Échate el My Beautiful Dark Twisted Fantasy, y si te gusta, te sigues con el Watch The Throne y El Yeezus. El primero que te digo lo hizo con Jay-Z y les quedó perrón. Con esta acaba el disco. Empieza tranqui. Luego suelta el flow y el coro lo canta un gordito llamado Sampha. Es muy bonito -ya sé, pinche cursi- pero lo siento algo triste. Igual son cosas que aún no entendemos. Como buscar a Dios o hacernos preguntas existenciales cuando si apenas podemos con el día a día. ¿Qué se supone que hagamos pasando los 25? No lo sé, no es mi cumpleaños. Pero eso sí, te vas a prender con una que otra rola del disco.
Durante años la pelea fue sobre la música. Qué tontería me parece ahora. Mientras tú seguías escuchando hip hop en español, gansgta rap, chicanos, nu metal (esto, quiero pensarlo, por mi culpa) y mucha música, ahora llamada “urbana”, yo permanecí fiel al rock. Cuando entré a la prepa, la distancia ya era más larga. Me clavé más en el metal, el progresivo, la psicodelia, los clásicos del rock, el urbano y otras cosas que te cagaban. Nunca te invité a las tocadas, tributos y otros desmadres por eso (ni modo, pero qué oso). Tú pasaste a la secundaria y de ahí a la prepa siendo una mezcla de cholito de la colonia, chacalón y al final le entraste a los corridos y eso andar a la moda. Me caías gordo en esa época de tu vida. Pero ya no te veía tanto y lo último que compartimos fue ver que en MTv, Kanye West y su Gold Digger invadían los premios. Mientras desaparecían los puestos de piratería en el centro, yo usaba playeras de grupos y Ares cambiaba las reglas del juego. Tuvimos Internet en la casa y ya no íbamos tanto a la casa de la abuela para ver MTv. Fue entonces que me mudé y la grabadora que aún funcionaba quedó totalmente suya.
5.
Este wey sí te va a gustar. Igual y ya lo ubicas por HUMBLE. o DNA. Fíjate bien en las mezclas, la forma de cantar y los cambios de ritmo que mete. Te recomiendo todo el disco de good kid. Es como si pusieras a pelear a lo mejor del rap old school con lo nuevo y puum!. Tienes madrazos de rolas. Además, el morro es de un barrio bien culero de California. De esos que se ven en GTA y las películas de pandilleros. Quizá esta no sea la canción más lograda, pero si le pones atención a la letra te va a recordar a Beto. Pinche primazo, yo sí lo extraño.
De los casi 50 mil minutos de música que escuché en 2017, la mayoría fue rap. Yo digo que quizá son más. No tomé en cuenta las canciones que sintonicé sin conexión, los discos escuchados y guardados en mi laptop, los trayectos en compañía de mi iPod y las fiestas y momentos compartidos con mis amigos. Este año el hip hop, reguetón y el rap fueron la banda sonora de mis reuniones. No sé las tuyas, porque desde que invertimos los roles, eres más maduro y serio. Sin ser preciso, esos minutos offline bien podrían ser el doble. Por eso te quiero regalar este playlist. Para que en tus ratos desocupados, sepas en qué ando, para que cuando te vea me digas si te gustaron las canciones o no aprendí nada de lo tuyo. Yo sé que este año fue uno de los más rudos, pero tómalo también, como una oportunidad de aprender algo. Como cuando Beto nos prestó un disco de Gorillaz y que ya no le regresamos por pelearnos. Fue lo único decente que nos enseñó, además de dominar el balón y pelear a puño cerrado.
6.
A mamá le emputaba que escucháramos a Gorillaz. Decía que daban flojera y que ya era tarde para tener la grabadora encendida. Pues este wey que te presento canta con ellos. La canción se llama Ascencion por si te interesa. No está tan buena pero de ahí te vas y lo escuchas a él solo. Tiene como cuatro discos. Te lo recomiendo para cuando vas en tu moto o caminando. Tiene una forma particular de rapear y sus videos son películas cortas. Si la peli de 50 Cent hubiera tenido buena música, tendría que ser así. A mí me suena a De La Funky, el pinche fantasma azul de Clint Eastwood, pero más agresivo y sin tanta mamada de rock de fondo. En uno de sus videos, usa unos tenis como los que te presté y jamás me devolviste. No hay pedo, yo también tengo una chamarra tuya.
No sé si usas Spotify, iTunes, Soundcloud o alguna otra aplicación para escuchar música. No sé si entre tu top sigua habiendo rap o si aún escuchas música siquiera por el simple hecho de escucharla. Cuando compartíamos la grabadora, a veces no me importaba que repitieraa tu cassette. Se me quedó cuando le pediste a los Reyes Magos los discos de Eminem y Linkin Park. El Marshall Matters LP e Hybrid Theory nadamás. Mi papá los compró piratas pero me pidió que no te dijera. Ambos te gustaron, y a pesar de que eran tus regalos, me los prestaste para escucharlos cuando quisiera. Según tú, yo nomás iba a agarrar el de LP. Y no. Porque si yo aparentaba que el rap me parecía repetitivo, en el fondo me gustaba imaginarme con capucha, pantalones holgados, gorras planas y cadenas colgando de mi cuello mientras lograba que mis amigos corearan conmigo. Y creo que a tu te gustaba gritar, hacer headbanding con In The End o brincar con Papercut y Crawling. Porque en el fondo yo escuchaba tu música y tú la mía, y aunque nunca lo reconozcamos de frente a frente, la grabadora duró más siendo compartida, que si cada quien, hubiera tenido la suya.
7.
Ella me decía: “es que escucha esto”. No le hice caso una, dos, como diez veces. Y no hablo solo en la música. Pero un día apareció Boredom y le puse atención. ¿Tú te acuerdas de cuanto nos burlamos de que El Siete quería tener un grupo y hasta se grabó cantando? Lo que más le dolió fue que le preguntaste por lo que pensaba su papá. Así Tyler. Tiene un pedo con la figura paterna. Bueno, con todas las figuras de amor que un día se esfuman. Igual y eso no se nota tanto. Lo disfraza con música groovy, un chingo de arreglos, coros y desmadre. Pero en el fondo es un patineto al que le duele acordarse de su jefe, del amor que se fue y que prefiere romperse un brazo o rasparse los codos a pensar en todo lo demás. Me gusta imaginarmelo entre nosotros. Rayando paredes o dando maromas en el colchón viejo que solíamos poner en el patio del Siete. Aburridos, sin que nadie fuera a gritarnos, esperando hasta que la maroma nos saliera o dejáramos de apestar a cigarro.
Este viernes, a unos días de que 2017 se termine, cumples 25 años. La última vez que te vi, te noté más gordo y más alto que yo. Apenas si hablamos algo. Sigo pensando en la muerte de Chester Bennington. “Ni pedo” dijiste tú. Qué sencillo y práctico ser asó. Yo no puedo. Días antes, anduve escuchando todo el Reanimation. Creo que lo compramos juntos. A tantos años, el albúm me parece que sigue siendo una rareza. Lo descargué hace poco para acordarme. La mezcla de rap, electrónica, riffs, beats y sampleos me entretuvo. Igual que a ti, porque dejaste el disco todo rayado. Supongo que ya no escuchas más de esas canciones. Tuviste suficiente de mí con todas esas vacaciones sin descansar de guitarrazos o videos. Tú solo querías ver una película, la televisión o terminar un videojuego. Y ahí estaba yo. Acaparando todo, como para demostrarte que no me había ido, como para que siguieras mis pasos y le dijeras NO a todas las expectativas familiares con las que te quedaste a mi partida. Y regresé más soberbio, más hermano mayor, más juez que cómplice. Lo sé, con una carta o diez, no se regresa el reloj o ni se cambian los papeles. Ya no puedes irte ahora tú y para que yo me haga cargo del resto.
8.
Te lo digo, me cagaba el rap el español que tanto escuchabas. ¿Por qué? Porque te salía perfecto. Quizá tus pesadillas eran por algún cabrón amenazándote. O por un miedo irracional con el que debimos ayudarte. En cambio. Te juzgamos. De loco, por andar fumando antes de los quince, a causa de todas las rimas violentas o las historias de pandillas musicalizadas con beats y palabras en spanglish. Y fíjate, que si le seguimos la pista al rap en nuestro idioma, vamos a seguir encontrado un poco de lo mismo y otro tanto que ya no se parece a nada. Tal vez ya no te sorprenda, porque para rapear y hablarnos de lo que un morro sin futuro vive día a día, tú ya llevas más que el resto, más que cualquier oportunista que de pronto se acordó del barrio.
9.
Quizá no lo sepas, pero esto ya es el género más popular en la música comercial. Cuando veíamos MTV y comenzaron a desplazar a los rockeros por raperos, estábamos presenciando algo inédito. El rap se hizo más fuerte. Se volvió más complejo y acabó dividiéndose en más subgéneros. Por eso puede haber raperos más agresivos y otros más cercanos al pop. Frank Ocean no entra en ningún grupo. Se cuenta aparte. Su rollo es que habla de sus sentimientos, del amor, la soledad, sus experiencias tras haberse quedado sin casa -imagínate, un huracán desmadró toda su vida- y así, llegamos a esto. Para serte sincero, no te lo recomiendo. Lo tuyo es el rap rápido, los beats fuertes y los versos pegajosos. Lo de Frank es algo más personal. Imagino que no te gustará. Pero te lo comparto así. Directo desde mi corazón abierto. Para que me reconozcas. Para que cuando te lo preguntes, la respuesta te sea más normal. Es eso. Unos tenis o una sudadera tuya, no pido más. No digas que no lo veías venir desde que dejé de compartir la mayoría de mis cosas.
Este año tomé prestado tu gusto musical. Lo volví un poco más mío (que al cabo siempre fue nuestro) y lo remastericé con otros momentos. Puse momentos propios y resultó que siempre no eran del todo míos. Eso es lo que acabó escribiendo por mí. Fue una manipulación en la que accedí a servir. Como un un pretexto para escribirte de la música, sobre estas canciones y los silencios entre pista y pista. Si esto es un reinicio, que así sea. Porque yo sé que ya estás casado y tienes un hijo y todos esos problemas. Que suelo aislarme, y desde hace diez años, ya no sabemos mucho uno del otro. Y solo nos queda esto. Porque entre lo viejo y lo nuevo, seguimos llevando el mismo apellido. Por eso te obsequio este cassette. Después de todo, tú me regalaste el tuyo, aunque ya no volvieramos a ir juntos ni el próximo ni ningun otro domingo.
Lado B.
Todo tuyo…